La persona narcisista o psicopática crea una relación de abuso a través de un ciclo que resulta en un vínculo traumático, lo que hace difícil para su pareja salir de esa relación cada vez más abusiva. Esto se produce mediante una serie de fases cíclicas de atracción y destrucción.
Procesos de idealización
Esta es la «siembra», son los procesos que le permiten tomar control sobre la víctima y se sirve todo tipo de manipulaciones a nivel psicológico, emocional e incluso sexual.
En esta fase la víctima se encuentra con un bombardeo de elogios, mensajes positivos, declaraciones de amor, envios de fotos, canciones, cartas, notas, whatsapps… con una intensidad que la víctima no es capaz de comparar con nada y sucumbe a la idea de que ha encontrado «por fin» a una persona que le quiere incondicionalmente.
El problema es que toda esta admiración y adulación es es simulada, como bien explica el psicólogo Iñaki Piñuel en este vídeo.
Procesos de devaluación (ataque y desecho)
Se produce cuando la víctima se encuentra «apegada» y por tanto es susceptible de hacer lo que el psicópata o narcisista quiere. Es entonces cuando el psicópata o narcisista va a buscar sentirse superior mediante la sumisión y humillación se su víctima.
En ese estado, obtiene su retroalimentación o combustible, y además los beneficios secundarios como dinero, prestigio etc que le interesan de la relación.
El ciclo sin fin
En ocasiones, el narcisista o psicópata va concatenando fases de descarte con nuevos «bombardeos de amor» mediante el conocido hoovering. De esta manera mantiene a la víctima sometida en una espiral de adicción química y destrucción sin fin que tendría esta forma:
Puedes ver una explicación muy buena de este esquema en este vídeo de la divulgadora Tabatha Lepe, que lleva años creando contenidos sobre estos temas.